La anorgasmia se define como la ausencia o insuficiencia del orgasmo sexual, incluso con la estimulación sexual adecuada
¿Qué es el orgasmo?
El orgasmo femenino es una de las fases de la respuesta sexual de la mujer: es la respuesta del organismo tras una fase de excitación con unos estímulos adecuados recibidos de los nervios sensoriales, especialmente los que se encuentran en el clítoris y tercio externo de la vagina, aunque hay otros muchos en todo el cuerpo.
El orgasmo es la contracción y la relajación, que se dan en intervalos de 0,8 segundos, de los músculos que rodean la entrada de la vagina, y que se va extendiendo hacia los músculos vaginales más internos, útero y esfínter anal.
Además, el cerebro también influye enormemente en la respuesta orgásmica, dado que, durante el orgasmo, la persona debe dejarse llevar sin ningún tipo de control, tabú, mito o distracción.
Hay múltiples maneras de llegar al orgasmo: hay mujeres, pocas, que solo con la imaginación, sin ningún tipo de estimulación física, pueden conseguirlo. También se pueden dar con los sueños eróticos, realizando ejercicios de Kegel mientras se elaboran fantasías eróticas, con estimulación del clítoris, con diferentes posturas sexuales… Sea como sea, la respuesta fisiológica del organismo es siempre la misma, variando en duración e intensidad.
Las mujeres tienen una capacidad multiorgásmica. Es decir, si se sigue estimulando durante la fase de orgasmo, se puede desencadenar otro, sin que exista en la mujer un periodo refractario, como ocurre en el hombre.
Definición y tipos de anorgasmia
Algunas mujeres no consiguen tener un orgasmo, aun habiendo probado multitud de posturas y técnicas de estimulación sexual. El orgasmo femenino puede diferir en intensidad o duración. Los síntomas principales de la anorgasmia son el retraso en la consecución del orgasmo o la incapacidad para alcanzarlo.
- Podemos diferenciar entre anorgasmia primaria, que es la que ha ocurrido siempre, nunca hemos alcanzado el orgasmo. O la anorgasmia secundaria, en este tipo se han alcanzado orgasmos previamente, pero debido a diferentes factores, en la actualidad no se consiguen.
- También podemos diferenciar entre anorgasmia generalizada, en la que no se llega al orgasmo en ninguna situación ni con ningún compañero, o la anorgasmia situacional, que es la que ocurre sólo en determinadas circunstancias, por ejemplo en una posición concreta, sólo con sexo oral o sólo con una persona en particular.
Es importante saber que la mayoría de las mujeres no pueden alcanzar el orgasmo sólo con la estimulación vaginal, sino que es preciso estimular también el clítoris.
¿Por qué no llego al orgasmo?
Para que un orgasmo se dé, deben darse una serie de condiciones mínimas. El orgasmo es un proceso complejo que precisa de una combinación de factores físicos, psicológicos y emocionales para alcanzarlo. Por ello, si alguno de estos factores falla, puede provocar una anorgasmia.
Problemas físicos
Los órganos sexuales, con todo el circuito fisiológico que conlleva un orgasmo, deben estar en buenas condiciones. Por tanto, será normal observar problemas en el orgasmo si se dan las siguientes circunstancias físicas:
- Consumo de fármacos o drogas.
- Consumir alcohol (inhibe la respuesta sexual) o tabaco (limita el flujo sanguíneo).
- Alteraciones en los nervios de la pelvis: esclerosis múltiple, tumor en la médula espinal, esclerosis amiotrófica lateral, neuroptía diabética.
- Alteración vascular de la vagina: aneurisma abdominal, obstrucción trombótica, arteritis, arterioesclerosis grave.
- Alteraciones endocrinas: Enfermedad de Addison, Síndrome de Cushing, hipotiroidismo, hipertiroidismo, diabetes Mellitus.
- Alteraciones ginecológicas: infecciones vaginales crónicas, intervenciones quirúrgicas, anomalías congénitas.
Causas psicológicas
- Ansiedad y estrés
La tensión y las posiciones defensivas, así como situaciones de malestar, enfados o dolor pueden anular la respuesta del orgasmo.
Querer hipercontrolar el ambiente o tus propias reacciones, la vergüenza, los miedos, la culpa, los remordimientos, la tensión y el estrés pueden bloquear la respuesta sexual y, concretamente, el orgasmo al inhibir la actitud de abandono necesaria para desencadenar el orgasmo.
- Problemas psicológicos
Un estilo de apego inadecuado, una historia de abusos sexuales, determinados traumas, pobre imagen corporal, miedo al embarazo o a enfermedades de transmisión sexual, una personalidad patológica u otro trastorno mental puede influir en el bloqueo que se da justo antes de alcanzar el orgasmo, aun con los estímulos sexuales adecuados.
Otras causas de la anorgasmia
- Errores de aprendizaje y mitos sexuales
La escasa educación sexual hace que las mujeres no conozcan las condiciones necesarias para que cada fase de la respuesta sexual humana se dé de forma satisfactoria. Una mujer debe conocer su cuerpo, sus gustos y sus reacciones para aprender a desencadenar un orgasmo, dado que no aparece por ciencia infusa.
Además, hay multitud de mitos alrededor del orgasmo que crean confusión y frustración cuando parece que estás fuera de “lo normal”.
- Problemas de pareja
La sexualidad es una comunicación muy íntima con otra persona, por lo que si hay problemas con esa persona y se ha creado un ambiente de hostilidad e inseguridad, es normal que esta comunicación falle. Si existen problemas de infidelidad o falta de atracción sexual también se puede comprometer la capacidad de llegar al orgasmo.
Tratamiento de la anorgasmia
Consulta a tu sexólogo o terapeuta sexual si no eres capaz de alcanzar el orgasmo. Este te dará unas pautas y puede sugerirte realizar terapia sexual o terapia cognitivo-conductual. También puede recomendarte realizar terapia de pareja si considera que puede deberse a problemas en esta relación. En nuestro directorio de profesionales puedes encontrar a los mejores sexólogos, especializados en la materia.
Algunas recomendaciones:
Relájate: nuestro cuerpo y nuestra mente deben experimentar con conciencia plena las sensaciones placenteras. Céntrate en la experiencia sexual y de disfrute, evita la tensión y la posición defensiva, que son incompatibles con un proceso adecuado de excitación, que es la fase previa necesaria para desencadenar un orgasmo. Cuanto más trabajes la fase de excitación (caricias, besos, masajes), mejor serán las características del orgasmo.
Déjate llevar: el orgasmo no se controla, no se resiste. Si intentas controlarlo, o controlarte a ti misma, te bloquearás y no podrás experimentarlo. Para ello, has de tener autoestima y confianza en ti misma y, por supuesto, también en tu pareja sexual, sintiéndote segura en esta fase de orgasmo y libre para experimentar todo tipo de reacciones y comportamientos.
Experimenta el egoísmo positivo: cada uno debe responsabilizarse de su propio placer y comunicar lo que se desea, evita poner la atención en el otro (¿le estará gustando? ¿se estará fijando en mis defectos?) que lo único que hace es desviar la atención de donde debe estar: en las propias sensaciones de placer.