El sexo oral es una práctica sexual que consiste en estimular a otra persona utilizando tu boca, labios y lengua. Es una práctica sexual muy utilizada y muy placentera, tanto cuando la das como cuando la recibes. ¡Pero ojo! Te vendría bien conocer las diferentes herramientas para protegerte de las infecciones de transmisión sexual y así disfrutar por completo del sexo oral.
Sí, el sexo oral también conlleva exposición a diferentes ITS. Por ello, aunque el riesgo de embarazo es nulo cuando se practica sexo oral, es importante también utilizar preservativo cuando el receptor es un pene, o barreras de látex en caso de que el receptor sea una vulva. Además, recomendamos hacerse pruebas de ITS de vez en cuando.
Entre las ITS transmitidas durante el sexo oral más frecuentes encontramos las siguientes:
Virus del Papiloma Humano (VPH)
El VPH es la infección de transmisión sexual más común. Lo más normal es que nuestro sistema inmune lo detecte y se encargue de eliminarlo del cuerpo. Pero, aún así, hay veces que deriva en algunas clases de cáncer, como el orofaríngeo. También pueden aparecer condilomas o verrugas.
Las personas que practican sexo oral sin protección con más de 6 personas tienen un riesgo más elevado de desarrollar cáncer orofaríngeo que el resto (The New England Journal of Medicine, 2007).
Herpes
El herpes es un virus que produce llagas molestas en boca y genitales. Aun cuando no haya síntomas visibles, el herpes puede transmitirse por el contacto piel con piel.
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)
El VIH se transmite a través de sangre, semen y líquido preseminal, fluidos vaginales, secreciones rectales y leche materna.
El riesgo de transmisión es mucho menor durante el sexo oral que con otra práctica sexual, dado que la saliva no es un fluido con suficiente carga vírica. Sin embargo, también recomendamos utilizar preservativo o barreras de látex para protegerte del VIH, dado que puedes tener alguna herida en la boca o encías que sirva de paso al virus que sí que está presente con la suficiente cantidad en los otros fluidos que se comparten.
Clamidia
Es una bacteria que se encuentra en el semen, líquido preeyaculatorio y en las secreciones vaginales y puede infectar, además de la vagina, el cuello uterino, el pene, el ano y la uretra, también los ojos y la garganta.
Es una infección bacteriana que se trata fácilmente con antibióticos, pero que no suele presentar síntomas en las primeras fases. De no tratarse, puede derivar en problemas de salud graves.
Sífilis
Es una infección bacteriana grave que produce llagas en el área genital, pero también en labios y boca. El tratamiento se basa en antibióticos, pero de no tratarse, puede suponer problemas graves de salud en un futuro.
Gonorrea
Es una infección bacteriana que se trata con antibióticos. Aunque puede afectar a la garganta si hemos tenido contacto con semen, líquido preeyaculatorio o secreciones vaginales, suele ser asintomática, por lo que recomendamos pruebas de ITS con asiduidad.
Hepatitis B
Es una infección que afecta al hígado muy grave y que no tiene cura, pero su prevención es sencilla porque existe una vacuna contra la Hepatitis B. Pero también recomendamos el uso de condón y barreras de látex.
El virus de la Hepatitis B se transmite a través de la sangre, fluidos vaginales, semen, sangre y orina.