Continuamos en este post con la exposición de diferentes mitos sexuales. Éstos son una serie de ideas sobre sexualidad que tenemos interiorizadas y que son ideas erróneas. Estos mitos e ideas sexuales erróneas pueden mantener comportamientos machistas y hacer que nuestra vida sexual no sea todo lo saludable que debiera.
En este artículo vamos a hablar de mitos sexuales sobre la masturbación.
Mitos sexuales sobre la masturbación
Masturbarse es malo para la salud
La masturbación es una de las muchas prácticas sexuales que existen y no provoca ni ceguera, ni acné, ni ningún cambio corporal diferente a los cambios que se producen durante la respuesta sexual humana. Este mito tiene su base en la moral religiosa de tratar el sexo como un tabú y provoca ideas erróneas sobre los perjuicios del sexo. La masturbación no sólo no es mala, sino que tiene importantes beneficios en la salud.
Las mujeres no se masturban
La masturbación es una práctica que realizan ambos sexos. Tiene un gran beneficio ya que conocer el propio cuerpo y cómo éste responde a la erótica redundará en unas mejores relaciones sexuales en pareja.
Una investigación llevada a cabo por el University Medical Center Essen, en Alemania, encontró que si bien los hombres se masturban algo más en comparación con las mujeres, las diferencias no son significativas: el 85,5% de las mujeres encuestadas dijeron que se masturbaban frecuentemente, frente al 98,9% de los hombres. En este resultado puede influir la educación emocional: la mujer tiende a esconder más que el hombre esta práctica sexual.
Masturbarse durante la menstruación es malo
Más bien al contrario. Si la mujer se masturba durante la menstruación, alcanzando el orgasmo, éste hará que la musculatura se relaje. Esto reduce el malestar que pueden provocar los dolores menstruales.
No es conveniente masturbarse durante el embarazo
Durante el embarazo muchas mujeres sienten un incremento en su deseo sexual. Esto se debe a la mayor cantidad de circulación sanguínea en la zona pélvica y genital.
Masturbarse durante el embarazo no es malo, al contrario. Tiene efectos positivos como disfrutar de su sexualidad sin penetración (que puede resultar costosa en algunas fases del embarazo). También ayuda a relajarse y además, se trabaja la musculatura de la vagina, haciendo que se dilate y favoreciendo el trabajo de parto.
Es recomendable una estimulación manual y no introducir juguetes ni otros objetos en la vagina para prevenir infecciones.
Si tienes pareja y te masturbas, es que la relación va mal
Necesitamos disfrutar de nuestra sexualidad en solitario. Y eso no conlleva que nuestra pareja no funcione o que el sexo falle. Según datos del Instituto Kinsey de Sexualidad, el 40% de los hombres y el 30% de las mujeres que tienen pareja se masturban.
La masturbación disminuye el deseo sexual
Todo lo contrario. Cuanto más presentes tengamos en nuestra vida los diferentes estímulos sexuales, más deseo sexual tendremos.
La masturbación es la mejor forma de conocer nuestro cuerpo y cómo nos gusta que sea estimulado. Ese aprendizaje podemos transmitirlo a nuestras relaciones de pareja para hacer que sean mucho más placenteras.
Los juguetes sexuales pueden causar adicción
Los juguetes sexuales son eso, juguetes, un complemento, una herramienta para el placer. No crean adicción. Pero si es cierto que acostumbrarse (por ejemplo en el caso de las mujeres) a altos niveles de vibración sobre el clítoris puede provocar que una estimulación manual o de la lengua de su pareja no sea suficiente para hacerla llegar al orgasmo. Es recomendable alternar el uso de juguetes y vibración con otros tipos de estimulación.
La masturbación provoca eyaculación precoz
Solamente si el hombre se masturba siempre con mucha rapidez (por temor a que le descubran por ejemplo) puede acostumbrarse a alcanzar rápido el orgasmo. Este esquema de conducta podría repetirse y generalizarse durante las relaciones sexuales en pareja. Pero si lo hace de forma tranquila, tomándose su tiempo, la masturbación le ayudará a conocerse mejor y aprender a controlar el momento de no retorno. Esto puede favorecer el aprendizaje sobre su control eyaculatorio, incluso retrasando la eyaculación. De hecho, cuando en terapia sexual se trata la disfunción de eyaculación precoz, se trabaja con ejercicios de masturbación para solucionarla.
¿Quieres conocer otros mitos sobre la sexualidad?