Mitos sexuales (IV) El sexo anal

Los mitos sexuales son una serie de ideas sobre sexualidad que están muy arraigadas en nuestro inconsciente y nos llevan a no vivir nuestra sexualidad de manera libre y saludable.

En este artículo vamos a hablar de mitos sexuales sobre el sexo anal. Existen múltiples mitos sobre el sexo anal que vamos a desmontar a continuación. Solo así podrás disfrutar de esta práctica, sin prejuicios ni ideas erróneas.

Mitos sobre el sexo anal

Si un hombre obtiene placer mediante estimulación anal, es gay

El ano es una zona erógena del cuerpo con multitud de terminaciones nerviosas, tanto en hombres como en mujeres. Asociar el sexo anal con una práctica homosexual es una concepción cultural que nada tiene que ver con la orientación sexual. Además, en los hombres, la mejor vía para estimular el “punto P”, o punto G masculino, es estimulando la próstata, que se encuentra a unos 5 centímetros de la entrada del ano en dirección hacia la vejiga.

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El sexo anal provoca daños en la zona anal

La penetración anal no produce una dilatación permanente de la cavidad anal ni genera problemas en su funcionamiento.

Practicarlo irrita el tejido rectal

No es cierto que el sexo anal provoque graves daños ni gastrointestinales, ni cuadros irritativos, como diarrea o estreñimiento. Tampoco provoca cáncer colorrectal. Si bien es recomendable utilizar un lubricante para la penetración anal, dado que el ano es una zona sin lubricación natural.

El sexo anal provoca incontinencia fecal

La penetración anal -salvo que sea excesivamente agresiva -no rompe ni desgarra los músculos que rodean el ano, con lo cual no provoca problemas de incontinencia fecal.

El sexo anal provoca fisuras anales

Las fisuras anales, pequeñas heridas o grietas en la piel del ano, no se producen por la penetración anal en sí, sino por no realizar esta práctica de la manera adecuada.  Utilizar un lubricante siempre va a ayudar a prevenirlo.

El sexo anal produce hemorroides

No es cierto. Pero sí es cierto que si tienes hemorroides por cualquier razón, el sexo anal puede ser muy doloroso porque la dilatación del orificio anal producirá mucho malestar.

El sexo anal no necesita protección

Como en cualquier práctica sexual, es conveniente protegerse para evitar enfermedades e infecciones de transmisión sexual. Además los preservativos son una buena medida de higiene en esta práctica sexual.

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A las mujeres no les gusta el sexo anal

Tanto hombres como mujeres pueden disfrutar – y disfrutan- de esta práctica sexual. Diferentes estudios indican que el 46% de las mujeres han practicado sexo anal en algún momento de su vida, y un 20% lo han hecho en el último año.

El sexo anal duele

Tan sólo dolerá si no estamos convencidos de practicarlo, nos genera ansiedad o nuestros tabúes acerca de esta práctica nos impiden disfrutar de ella. Es importante, como ya hemos mencionado antes, utilizar un buen lubricante que favorezca la dilatación y facilite la penetración.

 

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2 comentarios en «Mitos sexuales (IV) El sexo anal»

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